El incremento para los afiliados fue del 435% en dos años, pero los aranceles a prestadores ambulatorios sólo se actualizaron 224%.

El acceso a la salud privada en Argentina se complejizó durante los últimos años debido al aumento de las cuotas de las empresas de medicina prepaga, la disminución de las cartillas y la existencia de coseguros para prácticas y tratamientos médicos. Uno de los datos que evidencia esta problemática es la relación entre los aumentos de las cuotas a los beneficiarios y lo que abonan las empresas a los prestadores del servicio de salud.

La Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME) informó que las empresas de medicina prepaga aumentaron el precio de sus cuotas muy por encima de lo que pagan a quienes prestan los servicios de salud a sus beneficiarios. Según un relevamiento realizado hasta octubre del 2024, las cuotas de las empresas de medicina prepaga (en los últimos dos años) tuvieron un incremento del 435% estimado en promedio, mientras que los aranceles que reciben los prestadores de salud sólo aumentaron entre 160% y 224%.

"La inflación general y la inflación del sector de salud registraron aumentos en ese período de 544 y 583%, respectivamente, según el INDEC, situación que justifica el aumento de las cuotas de la medicina prepaga para afrontar los costos de infraestructura de salud, pero que dificulta aún más el justo traslado a los aranceles que pagan a los prestadores", resaltaron desde CADIME e indicaron: "Hasta el año pasado, si bien los aranceles estaban regulados y las prepagas debían trasladar el 90% de los aumentos autorizados en las cuotas a los aranceles pero esto no se cumplió. En efecto, un relevamiento entre los socios de CADIME indicó que más del 80% no recibió esos aumentos".

Según el relevamiento realizado, desde 2022, y especialmente entre los años 2023 y 2024, creció la disparidad entre los aumentos de los costos operativos en los prestadores de análisis clínicos, anatomía patológica, diagnóstico por imágenes, radioterapia, oftalmología, odontología, kinesiología, diálisis, consultorios médicos y demás prácticas ambulatorias y los valores que los compradores de servicios les pagan por su trabajo.

"Este desajuste económico afecta tanto a los prestadores de salud como a los pacientes. De hecho, las personas tienen que pagar cuotas del seguro de salud cada vez más caras, además de copagos que antes no abonaban, mientras que los prestadores de salud reciben cada vez menos", agregaron desde CADIME.