La inflación y el ajuste golpean fuerte a la industria tanto privada como pública de la salud, que se ve obligada a demorar procedimientos por falta de insumos.
La crisis económica afecta al país en todos los sectores y uno de los más golpeados es el de la salud, ya que la inflación incrementa los costos y dificulta el acceso a la ciudadanía. En varios hospitales del país se postergaron procedimientos por al falta de insumos, lo que pone en riesgo la vida de muchos pacientes.
Aunque muchos centros de salud anuncian compras millonarias de insumos médicos, esta no es justamente la norma general de hospitales y sanatorios. En muchos casos, se priorizan los más comunes, por lo que los procedimientos para enfermedades extrañas son relegados a un segundo lugar con el objetivo de una mayor solvencia desde lo económico.
A pesar de ello, son insumos básicos en los que también se está viendo un fuerte impacto, como puede ser el caso del oxígeno o de los antibióticos, que registraron una inflación de más del 1.500%. Esta crisis obliga a la administración de los centros de salud a tener que hacer compras no solo de forma preventiva, sino también bajo demanda, demorando el abordaje de males que afectan a algunos pacientes.
Al mismo tiempo, el ahorro en materia de insumos motiva a postergar tratamientos sobre males que no ponen en riesgo la vida de los pacientes, aunque sí estos procedimientos mejorarían la calidad de vida. Este es el caso de pacientes con escoliosis o de los que requieren algunas prótesis, aunque también al otro extremo se encuentran casos de gente que no puede recibir un stent que podría salvarle la vida.
La principal preocupación en el mundo de los profesionales de la salud es el abordaje de enfermedades estacionales, las cuales pueden tener un pico en algún momento del año, como el caso del dengue o la gripe. De no contar con los insumos necesarios, la afección a nivel general de una enfermedad puede ser muy superior y perjudicar a más personas de lo normal.
Esta falta de insumos se debe al aumento del valor del dólar en el mercado argentino, como también en los recortes en salud de los distintos niveles de Gobierno. Mientras la administración de los centros de salud reclama por más fondos, se ajusta para seguir prestando servicios, lo cual puede servir para sanear su economía pero a un costo altísimo, al perjudicar a los pacientes.