De todas maneras, las autoridades continúan en alerta.

Algunas lluvias y el descenso de temperatura fueron decisivos para que los brigadistas lograran contener los distintos focos de incendio que se habían originado en la zona de El Turbio, al noroeste de la provincia de Chubut, y que consumió cerca de 3.000 hectáreas de bosque nativo.
Un cambio en las condiciones climáticas favoreció las tareas durante las últimas horas, aunque el alerta continúa ya que se trata de una región propensa a este tipo de episodios, fortuitos o intencionales, a pocos días del comienzo de la época estival.
En ese sentido, el titular del Sistema Provincial de Manejo del Fuego, Rubén Jaramillo, señailó que "por ahora tenemos un día bastante tranquilo con respecto al incendio. La lluvia hizo bajar bastante la temperatura en la zona afectada, así que se está haciendo más que nada observación”.
“El incendio está contenido en algunos lugares y continúa de la misma forma”, dijo el funcionario.
Si bien el panorama alentador, Jaramillo advirtió que no se puede bajar la guardia: “ahora está tranquilo, pero no podemos relajarnos. En la cordillera siempre hay que estar alerta porque no ha llovido casi nada y está todo muy seco”.
“La gente que viene a disfrutar de nuestros entornos naturales tiene que tomar precauciones, respetar la reglamentación de cada lugar e informarse sobre el uso del fuego”, finalizó.__IP__
Por su parte, la Secretaría de Bosques, a través del Servicio Provincial de Manejo del Fuego, destacó los avances en el combate del siniestro ígneo registrado el 1 de diciembre en el sector de “Loma de la Chancha”, que hsabían generado preocupación entre los vecinos y las autoridades.
