La Agencia Aeroespacial eligió a chica de 19 años que cursa ingeniería mecatrónica en la UNCuyo y viajará a EE.UU. para participar en un programa de investigación. Conocé su historia.

Los directivos de la Agencia Aeroespacial Norteamericana (NASA) informaron que Aitana, una estudiante mendocina de 19 años, representará a la Argentina en un programa de investigación en Marte. Dentro de algunos meses, viajará a Texas para participar en el diseño de una misión al planeta rojo tripulada por humanos tras superar un exhaustivo proceso de selección.

Mientras disfrutaba de sus vacaciones, Aitana recibió la noticia por videollamada y, luego de hacer salir a sus padres de la habitación para que no la escucharan, se enteró que fue seleccionada para participar en el programa United Space School, organizado y financiado por la Fundación para la Educación Espacial Internacional (FISE, por sus siglas en inglés).

Según destacan en su sitio web oficial, los países participantes y las respectivas escuelas son recomendados por personas asociadas al Centro Espacial Lyndon B. Johnson de la NASA, ubicado en el estado de Texas.

En la edición 2025 se seleccionó a alrededor de 40 chicos de 28 países del mundo, pero solo dos de ellos representarán a Argentina. En particular, se trata de Aitana Ferreyra Denz, estudiante mendocina de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), y Valentín Poggio quien cursa la carrera de Física en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Como parte de esta experiencia, los jóvenes de 19 años pasarán dos semanas con una “host family” conformada por profesionales del ámbito científico y padres que trabajan insertos en la comunidad aeroespacial.

De qué trata el programa de la NASA y cómo fue la selección

Aitana brindó detalles sobre cómo fue el inicio de esta nueva aventura, que se desarrollará en la Universidad de Houston-Clear Lake. Los estudiantes tomarán cursos de ingeniería, astronomía y misiones espaciales con una amplia diversidad de profesionales que les enseñarán lo necesario para planear una misión a Marte tripulada por humanos.

El proceso de postulación fue escalonado y complejo. “El primer paso era mandar un Currículum y dos cartas de recomendación. Teníamos que mandar videos respondiendo a preguntas, todo en inglés; y después pasábamos una entrevista con el comité de selección conformado por argentinos”, detalló.

En la última etapa, los jóvenes debían desarrollar un proyecto de acuerdo al tipo de trabajo que les interesa realizar en el planteo de la misión. Para Aitana, lo primordial es optimizar el uso del tiempo para poder aprovechar la exploración en Marte, por lo que su trabajo se centró en esta idea.

“Teníamos que presentar una propuesta de la trayectoria que va a realizar el vehículo y qué sistema de propulsión va a usar. Yo planteé una trayectoria que se da en una conjunción de Marte con la Tierra, en el momento en el que están más cerca, y sería una órbita rápida a [al planeta rojo] que disminuye los tiempos”, explicó sobre el sistema que denominó “Fast Mars Transfer”.

Quién es Aitana, sus gustos y su futuro

“Mis dos papás son ingenieros y son muy apasionados sobre lo que hacen. Entonces, como les gusta y lo entienden, pueden explicar las cosas con mucha facilidad, tanto para que yo de 3, 5 o 13 años lo pudiera entender a mi nivel”, relató.

La literatura también es un campo de interés para la mendocina que, desde pequeña, exploraba mundos de ciencia ficción y narrativas clásicas. “Nunca me he podido quedar quieta en el mismo lugar. Siempre me gustó la idea de explorar. Yo soñaba con ser Tom Sawyer e irme a la isla a la que se iban ellos pero la Tierra ya está explorada, entonces lo que me queda es explorar el espacio”, afirmó.

“Desde muy chiquita quería ser astronauta o astrónoma; después dije: ‘No, es mejor la química’, pero tuve en el colegio y pensé ‘No, mejor no’”, aclaró entre risas. Fue en ese momento en que decidió volcarse a la física, una rama por demás abarcativa. Como si de un ciclo borgiano se tratara, esta misma elección llevó a Aitana, nuevamente, a la astronomía y se encontró con un nuevo interés: la ingeniería mecatrónica.

Actualmente, la joven cursa el segundo año de la carrera que se dicta en la UNCuyo y aclara que, si bien puede parecer que no se relaciona con sus intereses principales, hay un vínculo sustancial.