El rol clave de su padre en su carrera, su fanatismo por Belgrano y los detalles de su última noche, horas antes del accidente fatal. Al momento de su muerte, el músico tenía apenas 27 años y se encontraba en pleno éxito

A 24 años de su muerte, una noche de junio del 2000, el nombre de Rodrigo Bueno continúa en el recuerdo de la gente. Desde su infancia hasta su época de gloria, el joven de pelo azul, brillante sonrisa y dueño de una personalidad única y atrapante supo abrirse camino en la industria hasta lo más alto. Nacido en Córdoba el 24 de mayo de 1973, nunca dejó atrás sus creencias, su pasión por Belgrano y sus raíces. Para 1999, Rodrigo vivía su momento de mayor éxito. En aquel entonces, el cordobés daba entre 25 y 30 conciertos semanales, incluyendo discotecas, televisión y eventos. Con un paso arrollador, El Potro no paraba nunca y vivía sus días intensamente. Este 24 de mayo, el cantante hubiera cumplido 51 años.