El príncipe del pop se presentó por primera vez en el país e hizo vibrar al festival de música en su décimo aniversario
El viernes por la noche Justin Timberlake hizo vibrar el escenario Flow en Lollapalooza Argentina 2025, con su primer concierto en el el país. En un show en el que cantó sus temas más populares, acompañado por una gran banda, sus fanáticos no dejaron pasar la oportunidad para demostrarle su amor en cada momento, y uno de ellos se llevó todas las miradas.
Durante la hora y media que duró el concierto, el carisma del príncipe del pop se hizo palpable y el cariño del público fue más allá. Un clásico de los espectadores argentinos es el “olé, olé, olé” y por primera vez en su vida Timberlake recibió la ovación típica de nuestro país. “¿Así es cómo nos sentimos esta noche, Argentina?“, preguntó el estadounidense luego de generar una ola de gritos, aplausos y vítores. ”Todos vinieron de fiesta esta noche“, declaró el oriundo de Tennessee y comenzó a tirarle besos a las personas que se encontraban cerca de la valla.
Si bien todo el show fue una serie de momentos inolvidables para sus fanáticos, hubo uno que se destacó por encima del resto. El fragmento parece sacado de uno de los conciertos de Sandro: una fanática lanzó un corpiño al escenario y Justin no pudo contener su asombro.
“Paren un segundo”, dijo mientras se agachaba para recoger la prenda de ropa interior, que en la parte interna tenía escrito un mensaje. “Oh, oh, voy a poner esto acá. ¿Es tuyo? ¿Lo quieres de vuelta? ¿Es para mí? Gracias“, fue todo lo que dijo al respecto de la situación, entre risas e incomodidad dejó la prenda en el escenario.
Otro momento especial de la noche se le dio a un fan. En medio de la gente, el cantante de “Mirror” logró ver un fan art y tomó la decisión de firmarlo: “¿Qué es eso? ¿Puedo firmarlo? Sí, lo voy a firmar. Pásalo. Un segundo“.
La presentación del cantante de “4 Minutes” era una de las más esperadas del festival, por lo que muchos decidieron llegar bien temprano para tener buenos lugares y no perderse de ningún detalle. El caso de Sofía Olivera es un claro reflejo de lo que representaba este concierto para un sinfín de seguidores de Justin Timberlake. En su cartel, que ella misma exhibió con orgullo, se leía “Estuve esperando por ti 20 años”. Para ella y muchos otros, este show no era solo un concierto más; era el culmen de años de expectativa y deseo. La fanática llegó temprano, en horas del mediodía, para asegurarse de estar lo más cerca posible del escenario.
Ni bien el reloj marcó las 22:25 cuando, después de una breve espera, los músicos tomaron sus posiciones en el escenario, y el público, lleno de expectativa, comenzó a ovacionar. El escenario Flow en el Hipódromo de San Isidro estaba listo para recibir a la estrella, quien hizo su aparición con un look característico y brillante. Justin Timberlake apareció con cadenas doradas colgando de su cuello, una camiseta blanca, camisa abierta, una campera azul con brillos y unos pantalones oversize. Su atuendo no solo denotaba su estilo personal, sino también una clara apuesta por un show lleno de energía y presencia.
Con su llegada, el cantante no perdió el tiempo y, en un tono de conexión directa con el público, lanzó la pregunta que se esperaba: “¿Argentina, están listos?”. Esta frase, cargada de emoción y de una clara intención de interacción, fue la señal para que la multitud estallara en vítores y aplausos. A continuación, el exmiembro de NSYNC comenzó a interpretar “Mirrors”, uno de sus grandes éxitos, que generó un griterío ensordecedor. A lo largo del concierto, no solo el carisma de Justin, sino también la impecable calidad de la banda y la producción del espectáculo, mantuvieron la energía a tope, desde el primer tema hasta el último.